No Smoking Beauty

Es inevitable hablar del tabaco en estos días en los que se ha prohibido fumar en tantísimos sitios.

Empezaré diciendo que yo soy ex-fumadora desde hace más de siete años así que me considero mitad fumadora y mitad no fumadora, y entiendo a unos y a otros.

Así que no quiero polemizar con este tema, pero sí quiero aprovechar que en estas fechas no se habla de otra cosa, para dedicar un artículo a hablar de los efectos del tabaco en la piel y cómo contrarrestarlos.

Todo el mundo sabe que el tabaco perjudica seriamente a la salud pero también al aspecto externo de la piel.

El principal daño que se produce en la piel es la deshidratación y el tono apagado por lo que las personas que fuman deberán aportar un extra de hidratación a la piel.

Pero además, el tabaco produce toxinas, es decir, ensucia la piel.
Creo que el mejor ritual de belleza en el que puede invertir un fumador o alguien expuesto de alguna forma al humo, es la limpieza.
Invertir en una buena crema limpiadora y un exfoliante pueden ser gestos importantísimos para cuidar y proteger tu piel, sobre todo la del rostro.

También os recomendaría un peeling, pero no hace falta que sea agresivo.
Yo me aplico una vez por semana el Peeling Biológico de Kiehl´s.
Se aplica por la noche y es una crema de textura suave, nada agresiva y apta para pieles sensibles.
Durante la noche elimina células muertas, impurezas y deja una piel por la mañana limpia y suave.

Si tienes la piel grasa puedes recurrir a una solución un poquito más fuerte como la dermoabrasión.
Hay varias marcas que la ofrecen de mucha calidad pero no os puedo decir más porque no he probado ninguna.

Pero cualquiera que sea el producto utilizado (limpiadora, exfoliante, agua micelar, peeling…) lo importante es limpiar muy bien la piel.

Otro de los problemas que acarrea el consumo de tabaco son las arruguillas que aparecen alrededor de los ojos y sobre todo alrededor de la boca, el famoso código de barras.

Una imagen vale más que mil palabras así que no hace falta que os cuente lo que pueden envejecer las arruguillas alrededor de la boca.
Pero es que además de afear, las patas de gallo y el código de barras, son quizá las arrugas más difíciles de tratar, ya que es una piel delicada que está en continuo movimiento.

La doctora Ana Maria Barranco, Directora del Centro de Medicina Estética Génova 10, nos puede ayudar a tratar todos estos problemas, si es que lees este artículo demasiado tarde y el tabaco ya ha hecho mella en tu piel.

Por ejemplo, el código de barras, es decir, las arruguitas alrededor de la boca, se pueden solucionar con botox o un peeling superficial cuando son de expresión, y para el rejuvenecimiento, con infiltraciones de acido hialurónico.
Para recuperar la hidratación de la piel, alisarla y devolverle la turgencia perdida, se aplica mesoterapia con ácido hialurónico no reticulado.

Así que si aún estás a tiempo, elimina los malo humos.
Y si quieres seguir fumando, dale un extra de mimos y limpieza a tu piel.
En ambos casos, tu piel te lo agradecerá.