Nos guste o no, la llegada del año nuevo trae consigo, además de un montón de anuncios de cualquier cosa que se vende por fascículos, y bandejas casi vacías donde apenas sobrevive un rosco de vino, las famosas listas de buenos propósitos.
Lo peor es cuando una se repite, es decir, cuando te das cuenta de que en 365 días no has sido capaz de cumplir los propósitos del año anterior y vuelves a prometer lo mismo…
Pero da igual, ¿o acaso creéis que toda esa gente que se apunta al gimnasio en el mes de enero va a seguir allí en Semana Santa?
A mi me encanta hacer listas de buenos propósitos, así que allá vamos.
Este año 2010 tengo que reconocer que ha sido absolutamente maravilloso (debe ser que el 10 es mi número de la suerte…) pero también ha sido muy duro.
No recordaba haber tenido tanto trabajo y tan pocas horas de sueño, así que mi primer propósito, es intentar descansar o, al menos, tomarme la vida con más calma.
Soy inquieta, me encanta meterme en todos los proyectos posibles, pero creo que este año voy a intentar sacar algo de tiempo para descansar.
Otro de mis propósitos es adelgazar. Volver a ser yo.
Tampoco quiero ser Kate Moss (mentira, sí que quiero..) pero me conformo con quitarme los kilos que se quedaron pegados a mi desde el último embarazo.
Ya tengo pensado cómo hacerlo, así que ya os lo contaré.
Otro de mis propósitos es volver a llegar pronto a los sitios. Realmente esto es parte del propósito número uno, porque siempre he sido excesivamente puntual hasta que la falta de horas de sueño me ha convertido, no sé cómo, en una de esas madres que llevan a los niños al cole justo cuando están cerrando la puerta… y eso no me gusta.
Pero mi gran propósito para el 2011 es volver a hacer deporte.
Y me refiero a un deporte que no sea correr por toda la casa buscando un chupete, sudar intentando meter el edredón en su funda, salir despedida del coche al parquímetro y del parquímetro a una reunión, o acabar rendida después de perseguir a los niños durante 10 minutos para ponerles uniformes, bufandas y abrigos cada mañana… No. Me refiero a un deporte de verdad.
También quiero dedicar más tiempo a mis hijos, o mejor dicho, tiempo de más calidad.
Es decir, quiero jugar con la pequeñina y su castillo de princesas sin estar revisando el correo en el iPhone de reojo, o interesarme por los dibujos de «superrerroes» del mayor sin tratar a la vez de planificar la agenda de la semana ni contestar alguna llamada de trabajo a la vez…
Sacar tiempo para quedar con mis amigas es otra de las cosas que no pueden esperar al 2012. Este año hemos estado todas muy liadas y, aunque las redes sociales y el mail nos mantienen al día, tenemos que sacar tiempo para ese café que nunca nos tomamos…
Otra de las cosas que me gustaría retomar en el 2011, a pesar de que sé que no lo voy a hacer, es volver a acostarme pronto. Creo que es el mejor «antiojeras» y además, mi salud y mi humor lo agradecen… pero a ver cómo consigo hacer tantas cosas en un día sin robarle horas la noche… bueno, podemos decir que mi propósito es intentarlo…
Siguiente propósito… este lo repito todos los años cuando empiezo a escuchar los primeros acordes del Concierto de Año Nuevo. No sé si es la magia de Strauss, o que es de los pocos ratitos que veo seres humanos en la tele (y no muñecos, patos y ratones que hablan…) pero es que cada vez que escucho el concierto de Año Nuevo prometo aficionarme a la música clásica… ¡a ver si este año lo cumplo!
Sacar algún rato para ir al cine y a ver esa exposición que siempre tengo en mente y nunca voy a ver. Creo que hace más de un año que no piso un museo, así que eso también tiene que estar en mi lista.
Y por último, me gustaría sacar mi lado más oriental y hacer yoga, tomar té blanco, y cocinar con esas algas tan buenísimas que compré en algún intento fallido de empezar una vida sana y se quedaron abandonadas en la despensa… Cocinar al vapor, tomar arroz integral, intentar dominar los palillos y comer sushi, tampoco estaría mal… aunque creo que va a ser demasiado…
Así que creo que con cumplir estos propósitos ya podría darme por satisfecha.
De todas formas el año es largo y no tenemos que intentar cumplirlos todos en enero que luego se nos olvidan…
Pero por favor, decidme que no soy la única loca del planeta que se propone tantísimas cosas, aún teniendo pendientes algunos propósitos de años anteriores, y contadme de paso, qué propósitos tenéis para este 2011…