Top Secrets

Yo no sé vosotras, pero yo, cada vez que tengo un acontecimiento importante en el que quiero estar guapísima y con buena cara, duermo poco y mal.
Me pasa desde siempre.
¿Qué tengo una boda fuera de Madrid? Pues, o tengo un pico de trabajo que me hace dormir poquísimo la noche antes, o uno de esos virus que viven en las guarderías decide venirse a pasar unos días a mi casa.
¿Qué celebro en casa algún evento? Pues con los preparativos no me queda tiempo para mi, y la fatiga hace acto de presencia en mi cara cinco minutos antes de que suene el timbre por primera vez…

Así que en estas ocasiones suelo recurrir a las ampollas de belleza instantánea como las de Germinal y lo dejo todo en sus manos. Y casi siempre se obra el milagro. La piel aparece descansada y radiante en pocos segundos, y el maquillaje dura mucho más.

Pero ¿qué hay del resto de días?
A veces no tienes una boda, ni una importantísima presentación, ni tan siquiera invitados, pero no has pegado ojo y quieres tener buena cara, aunque sólo sea para ir a recoger a los niños al cole o tomar un café con una amiga.

Desde hace unos días tengo una nueva «arma secreta» para tener la piel radiante y descansada en cualquier ocasión. Y se puede utilizar todos los días.

Lo conocí gracias a un curso de maquillaje de YSL al que me invitaron y en el que pude probar lo mejor de la firma.

Soy adicta a algunos productos de YSL como el Touch Eclat (que no necesita presentación alguna) y últimamente a sus barras de labios Rouge pur Couture.
Pero no conocía demasiado sobre sus tratamientos y, como no podía ser de otra forma, me parecieron una maravilla.

Y mi nuevo imprescindible es el Tratamiento de luminosidad instantánea en brocha con SPF 30 de la gama Top Secrets de YSL.
Se trata de una crema con efecto flash para uso diario y que además nos protege del sol a diario.

Esto último es lo que me llamó la atención y lo que hizo que me lanzara a comprarlo.
Los maquillajes hoy en día no suelen tener demasiada protección solar (aprovecho estas líneas para pedir que se empiece a estandarizar un SPF 30…) así que una de mis eternas preocupaciones es proteger mi piel del sol a diario, en cualquier época del año.

Ya sabéis que utilizo cremas hidratantes con protección solar como la de Kiehl´s con SPF 50 habitualmente, pero cuando tengo que probar otras cremas que no llevan protección, siento la piel como desnuda expuesta al sol y a las temidísimas manchas.

Así que con este producto soluciono dos problemas a la vez: el cansancio y la piel desprotegida frente al sol.

Después de una semana utilizándola, os puedo asegurar que cumple las dos cosas.
Bueno, la protección solar doy por hecho que la cumple. Es un acto de fé, porque eso no lo puedo comprobar pero la luminosidad y el efecto flash son inmediatos. Sobre todo me encanta lo bien que queda el maquillaje encima de esta crema y lo fácil que resulta la aplicación con la brocha que lleva incorporada (que también sirve para no desperdiciar producto en las manos).

Me costó unos 45 euros en El Corte Inglés, así que me imagino que podéis conseguirla por algo menos en alguna otra perfumería.

Para mi es una gran inversión, no tengo ninguna duda.

La gama Top Secrets, que trata de acercarnos los secretos de las top models al resto de mujeres normales y corrientes, tiene además otros productos que no he probado a fondo para daros mi opinión, pero me temo que deben ser también espectaculares.

Mi siguiente compra serán unos parches anti-fatiga para el contorno de ojos de efecto instantáneo a base de árnica (drenante), agua de lavanda mariposa (relajante) e hidroxiácidos (que rellenan las arrugas).
También hay un reductor de poros y brillos, un roll on para las ojeras, un gel para dar volumen a los labios y su contorno a base de ácido hialurónico, o la cajita «Beauty Sleep» para reparar labios y cara y despertar guapísima por muy larga que haya sido la noche.

¿Qué os parece?
Un gran descubrimiento ¿verdad?

Gracias por leer y comentar.

El gran misterio de Nochevieja

Llevo preguntándomelo toda la vida…
O los que dirigen ciertos aspectos de la moda son hombres, o definitivamente, las mujeres somos tontas.
Sí, sí… porque no se me ocurre otra explicación para dotar de algún sentido a tanto empeño en llevar un bolso, clutch o cartera de mano, cada vez más pequeño y, a la vez, empeñarnos en meter tantas cosas dentro…

Por algún extraño motivo el tamaño del bolso es inversamente proporcional a la importancia del evento en cuestión.
¿Qué vamos al supermercado? Pues llevamos un bolso enorme como si fueramos a volver a casa la compra metida en él… pero si vamos a una boda, intentamos apretujar cientos de cosas en un bolso cuanto más pequeño mejor.

Y el problema de la Nochevieja es que es una noche muy larga y en la que queremos estar perfectas, así que el reto es más difícil todavía.

Tranquilas, mientras le busco el sentido a esta extraña y misteriosa costumbre, voy a tratar de ayudaros a llevar lo más imprescindible y que no nos falte de nada.

Mi primer consejo es buscar un bolso pequeño de fiesta pero tampoco microscópico.
Yo estoy encantada con mi cartera british que compré en Accesorize y que es un poquito más grande aunque tampoco cabe practicamente nada… eso sí, es tan bonita que si me la viera Kate Moss seguro que me la pediría prestada….

Pero vamos a lo importante: Cómo llevar cosas útiles y que no ocupen espacio.
Permitidme que elimine la cajetilla de tabaco y el mechero, porque dejé de fumar hace siete años (antes de tanta prohibición) y ando un poco perdida sobre donde se puede o no fumar…

Imprescindible: El móvil, unos kleenex y unas llaves (eso sí, deja en casa el llavero y la llave el buzón…).
Yo jamás voy a un evento especial sin un par de tiritas y un costurero de esos extraplanos que se roban en los hoteles.
Nunca te hacen falta… excepto cuando no lo llevas… así que yo me paso las fiestas dejándoselo prestado a todo el mundo… pero no salgo sin él.

Fundamental: una barra de labios.
Es lo primero que desaparece y lo que más retoques puede necesitar a lo largo de la noche.
Son ideales para estas cosas las versiones minis. A mí me regalaron una de YSL pequeñina monísima al comprar la de tamaño normal de Rouge pur Couture, pero también existen otras como mi famosa barra de French Coquette de Lancome cuyo packaging es más pequeño y ocupa menos.

Otra buena idea por si la fiesta dura mucho es llevar una toallita desodorante NO PANIC de Sephora.
Yo siempre llevo una para una emergencia… aunque nunca la llego a estrenar, pero una va más tranquila, no sé…

Y lo mejor para estos casos en los que los centímetros cuadrados de nuestro clutch empizan ya a escasear, es hacerte con algún producto multiusos.
Si tienes en tu poder Ultraglow, estás de suerte porque con él te puedes retocar la base, el colorete, las sombras… y si no, pues The Multiple de NARS por ejemplo, aunque ocupará más espacio.

Otra cosa que siempre guardo es una muestra de mi perfume.
Siempre pienso en que es una gran idea llevar el tubito con un poquito de fragancia en estos casos.
Si no lo tenéis, no os preocupéis: en Sephora o en cualquier tienda de «todo a cien» venden unos frasquitos para llevar el perfume en el bolso por poco dinero, lo rellenáis y solucionado.

El resto, ya es accesorio.
A mi me gusta llevar algún chicle de menta, una goma del pelo y cosas así… pero tampoco se muere nadie por no llevarlas, así que optimicemos el espacio de nuestro micro-bolso mientras rezamos para que la moda cambie un poco y nos permita que los bolsos de fiesta vuelvan a ser un poquito más grandes…

¿Qué pensáis? ¿Qué cosas son imprescindibles para vosotras en una noche especial?
¿Qué bolso lleváis?

Paint it red

Ya sé que los Rolling Stones reivindicaban el negro… pues no.
Con el permiso del Mr. Jagger y por supuesto, reconociendo que Paint it Black ha sido, es y será una de mis canciones favoritas, desde Beauty Blog le vamos a demostrar que en el 2010 lo que hay que entonar es el Paint it Red.

Que sí, que ya lo dijo Scarlett Johanson y no puedo estar más de acuerdo: los poderes terapeúticos de una barra de labios roja son infinitos…

Hace unos días recibí un email de una de vosotras que me pedía que hablara de los, tan deseados como temidos, labios rojos.

Y es que, yo creo que los labios rojos son como los tacones de vértigo: no hay mujer que no desee ponérselos pero a la hora de la verdad, da pánico.

Cuando supe que este año se llevaban los labios rojos, me entró una alegría enorme.
Me gustan tanto que si además la moda «obliga» un poquito, estaba todo hecho.

Muchas veces os he hablado de algún rojo de labios que utilizo, pero desde que empezó el otoño, mi colección y mis gustos han cambiado un poquito.

Hace ya tiempo que tengo en mi poder el nº 13 de Dior, Roulette Red de Diorific, que Christian Dior diseñó personalmente para Ava Gadner y que es el favorito de la modelos en el backstage de las mejores pasarelas de moda.
Bien, se trata de un rojo «ferrari», un «rojo valentino», precioso, preciosísimo, pero algo difícil de llevar.
Es perfecto para deslumbrar en un gran acontecimiento con un vestido en el mismo color, o llevar con unas gafas de sol y un look total black.
Pero no es válido para un día cualquiera ni para personas algo inseguras.

Mi barra de labios favorita esta temporada, y la más favorecedora, es sin duda la que aparece en el anuncio de French Coquette de Lancome.

El que yo utilizo, casi a diario, es el de la derecha, el más oscuro.
En la foto lleva un gloss encima, pero el original tiene algo de brillo. Es precioso.
Es una especie de color frambuesa que favorece muchísimo y que vale para una ocasión especial o para un maquillaje sencillo a diario.
Yo, esta barra de labios, la suelo llevar con unos ojos naturales y la base clarita y un poco de colorete rosa en las mejillas.

Otro de mis rojos favoritos fue la barra de YSL, Rouge pur couture en el nº 8.
Se trata de un rojo más atrevido que el de Lancôme pero que también se puede llevar con un maquillaje natural.

Os cuento un secreto: el otro día volvía a casa en el coche pensando precisamente en este artículo. No iba maquillada. Ni los ojos, ni la cara… nada.
Y se me ocurrió ponerme los labios rojos, así que en un semáforo, busqué en mi bolso la barra de labios nº 8 de Rouge pur couture de YSL y no veáis que cambio… no se puede explicar… me sentí tan bien… así que está claro que el poder de una barra de labios roja es espectacular.

Así que, en estos momentos, mis dos barras de labios rojas preferidas son la de Lancôme y la de YSL (la de Dior la dejo para una ocasión muy especial…pero me da un poquito más de respeto…).

Y me muero por probar las nuevas barras de labios de Bobbi Brown que, por primera vez se lanza al color rojo en los labios, así que seguro que son muy especiales.
Otros rojos con muy buena pinta pero que no he probado son de MAC y Armani… ya caeré ¿o aún no me concéis?

Y vosotras ¿cual es vuestra barra de labios preferida? ¿os atrevéis con los rojos?

¿Crisis? Cómprate una barra

¿Hay algo que anime más que comprar una barra de labios?

Antes de que creáis que he perdido totalmente la cabeza, os recordaré que en artículos de publicaciones como The Economist, The New York Times o Newsweek se hacen muchas referencias al LIPSTICK INDEX, el índice económico que relaciona el aumento en las ventas de barras de labios con las crisis económicas.

El término Lipstick Index, que utilizó por primera vez Leonard Lauder (de Esteé Lauder), asegura que existe una relación entre el incremento de las ventas de barras de labios (sobre todo las de color rojo) y las crisis económicas.
Este incremento, que suele ser de un 20%, se explica por la mejora en el estado de ánimo que supone la compra de las barras de labios, así que me reconforta saber que el subidón que da llevar en el bolso una nueva barra de labios a estrenar, no me da sólo a mí…

Y cómo no podía ser de otra forma, la semana de la vuelta al cole (al cole… y a los llantos, los nervios, las rabietas, los madrugones…), de la vuelta al trabajo y de los primeros días otoñales, pues la que escribe necesitaba un antidepresivo en formato barra de labios…

La noche del 9 de septiembre se presentaba en sociedad la que ya es mi última adquisición: la nueva barra de YSL Rouge pur Couture.

YSL Rouge pur Couture es preciosa hasta cerrada.
El envase dorado de YSL (que además tiene la ventaja de servir de espejo en un momento dado…) lo dice todo.
Pero lo mejor son los colores. Existen 18 tonos, todos preciosos.

El que ha caído en mis manos, y os aseguro que en las de todas las que me lo han visto, es el nº 8 (Belle De Rose). El nombre no le hace justicia, porque se trata de un rosa casi tirando a berenjena…Espectacular!!
Y por tratarse de la presentación, de regalo otra barra del tono nº 9 (Rose Stiletto), mucho más suave, para las mañanas por ejemplo.

Son llamativos el color nº 18 (Noir Laque), que es como «color Coca-Cola» y el nº 12 (Blanc Manifesto) que son ideales para mezclar con los demás tonos y obtener colores personalizados.
A mi me ofrecieron probar el nº 18 (Noir Laque) sin mezclar y la verdad es que para personas que adoren los tonos muy oscuros es precioso. Yo, al tener la piel blanquita, estaba horrorosa así que me lo quitaron y fue cuando probé el maravilloso tono nº 8 que ahora llevo puesto…

Así que ahora soy un poquito más pobre pero un poquito más felíz.
Os recomiendo que para superar la vuelta a todo, os compréis una barra de labios…¡¡os alegrará el día!!