Red red wine

Sí, lo sé. En este país está muy mal visto.
Te pueden gustar los toros o no.
Puedes ser de los que adoraban la sevillana encima del televisor (cosa que por cierto resulta imposible con los de plasma ¿no?, porque a veces ni siquiera logro entender como se mantiene el receptor de la Wii ahí arriba…).
Puedes ser del Barcelona, del Madrid, o del equipo que quieras…
Puedes tener una carrera universitaria o no tenerla, saber conducir o no, decidir tener niños o no tenerlos…
Pero lo que nadie parece admitir y por lo que una se acostumbra a que la miren mal en todos los restaurantes y comidas con amigos, es que no te guste el vino.

Sí señores. Lo confieso de nuevo: no me gusta el vino.
Ya os conté que lo he intentado y no lo consigo. Porque adoro la cultura del vino, me encantaría poder disfrutar de una copita de vino de vez en cuando, aprender sobre ese apasionante mundo y ¿cómo no? sacar provecho a todas las virtudes de salud y belleza que aporta esa bebida tan nuestra.

Afortunadamente, cada vez salen al mercado más productos que nos permiten obtener esos beneficios sin necesidad de beber un vaso de vino cada día.
Ya os conté que estoy tomando Revidox, una pastilla que aporta los antioxidantes que ayudan a que el organismo se regenere por dentro y de paso, se nos note por fuera.
Pero últimamente estaba buscando productos cosméticos para aplicar directamente en la piel.

Como sabéis, hay muchas marcas (la mayoría nacen como productos asociados a alguna bodega) que distribuyen los beneficios de los polifenoles de la uva al gran público.

Después de ver varias marcas, me he decidido a probar una marca llamada ESDOR, creada por el Grupo Matarromera y que se basa en la uva tinta del valle del Duero.
Aseguran que nos aportan 20 veces más capacidad antioxidante que la vitamina C (es decir paraliza el envejecimiento natural de la piel).

Os cuento los productos que he tenido ocasión de probar y lo que me han parecido:

La crema hidratante y la crema nutritiva son muy agradables.
La textura es refrescante y suave. Tienen un color tirando a rosa, que hace imaginar que vienen de uvas oscuras.
La nutritiva se absorbe bastante rápido y no engrasa la almohada.
Cuestan 28 euros la hidratante y 45 la nutritiva.

La limpiadora y el tónico son los productos que más me han gustado.
Tienen un olor dulce (entre melocotón y uva) y cumplen su función perfectamente.
Lo mejor es el tónico en formato spray. Me da la impresión de que se ahorra mucho producto porque, al menos yo, tiendo a despilfarrar un poco con los productos que son muy líquidos.
Si tenéis que comprar leche limpiadora y tónico, me parecen una buenísima opción y además el precio es más asequible (11.90 euros cada uno).

El Body Milk me ha gustado sobre todo por el olor. Tiene un olor a limpio, a recién salido de la ducha que me chifla.
La textura es suave y se absorbe bien aunque no demasiado rápido (un problema para las impacientes como yo…). Su precio son 14,90 euros y me parece una opción buena para las que necesitamos una hidratación sencilla sin demasiados requerimientos.

También he podido probar el contorno de ojos pero es este caso, no me ha gustado el olor.
Huele bien, así como fresquito y nada fuerte pero me recuerda a una colonia que utilizaba en exceso alguien cuando yo era pequeña y a la que le cogí un poquito de manía. Así que solo os puedo decir que refresca y funciona bien incluso en pieles muy sensibles.
He preguntado a varias personas sobre el olor y a todas les gusta, así que claramente es una manía mía y nada más…

Así que ya tenemos una marca que nos ofrece todos los beneficios del vino para mantenernos guapísimas y proteger nuestra piel con un buen chute de antioxidantes… y yo mientras, me beberé una coca cola light

¿Qué pensáis? No os voy a preguntar si os gusta el vino, porque debo ser la única rara del país… pero ¿habéis probado la cosmética a base de uva? ¿y la vinoterapia?

Desayuno con… antioxidantes

Si digo que me encanta el vino, los que me conocéis abriréis los ojos sorprendidos… y si digo que no me gusta el vino, la mayoría de vosotros creerá que estoy loca.

Y es que, me da mucha pena, pero a mi no me gusta el vino.
Lo he intentado porque, de verdad, me da una envidia tremenda cuando veo a alguien saboreando y disfrutando con un buen vino, pero no lo consigo.
Debe ser el único resquicio de adolescencia que me queda, el que me hace seguir siendo adicta a la Coca-Cola Light y no acabar de llevarme bien con una bebida tan española.

De todas formas, como llevo años escuchando los beneficios para la salud (sobre todo cardiovasculares) que conlleva la ingesta del vino, trato de consumir uvas, mosto y todo lo que se parezca.
Y ha sido hace muy poquito cuando he descubierto cómo beneficiarme de los auténticos placeres para la salud que otorga esta bebida.

Desde hace unos meses he incluído en mi desayuno una pastilla de Revidox.
Se trata de un complemento alimenticio a base de uva y granada.

Me convenció porque utiliza una tecnología avalada nada menos que por el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) que permite aumentar hasta 2000 veces la concentración de RESVERATROL presente en la uva.
Vamos que con mi capsulita diaria me tomo tanto resveratrol como si me tomara 45 kilos de uva o 45 botellas de vino.

¿Y para que quiero yo tanto RESVERATROL os estaréis preguntando? Pues para luchar contra los signos del envejecimiento, para darle a mi organismo antioxidantes que luchen contra los radicales libres y para proteger la salud de mi corazón.

Pero además de las cápsulas, hace algún tiempo conocí que los mismos laboratorios habían sacado una crema antiedad y un contorno de ojos.
El contorno de ojos aún no lo he probado, pero la crema antiedad es una maravilla.
Para empezar, son de esas cremas que me gustan a mi en las que notas beneficios casi de forma inmediata.

Es una textura cremosa pero que se absorbe de inmediato y no deja sensación grasa.
La sensación es que la piel se despierta, se reaviva por la mañana.
Pero lo que también me gusta es pensar que la estoy «alimentando» y protegiendo de la polución, de los efectos del estrés, y todas esas cosas.
Además hidrata, da elasticidad y sientes la piel suave.

El precio de la crema son algo menos de 25 euros y el de las pastillas no lo recuerdo bien, pero cerca de 30 euros. He oído en la radio que venden un «cofre» con las dos cosas e imagino que saldrá un poquito más económico.

En cualquier caso, lo recomiendo para personas mayores de 35 años cuya piel necesite «revivir» por haber pasado una mala época, o por otro motivo.
Me parece un buen regalo para personas que no utilizan demasiadas cremas pero les gusta cuidarse.

Y en cuanto a las cápsulas, si queréis tomar una buena dosis de antioxidantes, funcionan de maravilla.

¿Qué os parece? ¿Conocéis Revidox? ¿os gusta el vino?