Cuestion de tiempo

Una de las cosas que primero sacrifico cuando no tengo tiempo, es ir a la peluquería.

Porque hay tareas, como la depilación, de las que no se puede prescindir, y la reducción de tiempos en maquillaje, o elección de la ropa son más fáciles que intentar ir la peluquería y no tardar mucho en salir.

Una llega allí y nunca sabe lo que va a tardar.
Así que la mejor forma de evitar desplazamientos, esperas, y colas es ocuparte de tu pelo tú misma.

En esta época de poquísimo tiempo para mi, he sido capaz de teñirme el pelo yo solita. Tengo que reconocer que ha sido relativamente fácil y he descubierto que es una de las tareas que puedo hacer sin problemas y en poco tiempo, siempre que me rodee de buenos productos, claro.

En cuanto al peinado, con buenos productos, un buen secador y cepillos me suelo apañar pero reconozco que en algunas ocasiones me gustaria sacar tiempo y acudir a que me peine un experto.

Y aquí es donde por fín, nos han echado una mano inventando el concepto de brushing bar.
Los brushing bar o bares de peinado, son un concepto simple y funcional: entras, te peinas, pagas y te vas. Llegan de la mano de L´Oreal Professionnel, una de las mejores marcas de productos de peluquería que conozco.

Digamos que es una peluquería para las que no tenemos tiempo de ir a la peluquería.
En 20 minutos y por sólo 20 euros, sales impecable y en un tiempo récord.
Incluso en caso de urgencia puedes lavarte el pelo en casa y únicamente ir a peinarte.

Abren de 10 de la mañana a 10 de la noche y hasta ahora en Madrid existen dos:

* Luis & Tachi en El Corte Inglés de Serrano (Serrano 47, Madrid)
* Durán Peluqueros en El Corte Inglés de Princesa (Princesa 56, Madrid)

Así que ya no es cuestión de tiempo poder ir a la peluquería.
Ahora sólo queda que la moda se generalice y tengamos más brushing bar cerca de nuestras casas.

¿Qué os parece? ¿Lo habéis probado?
¿Soléis ir a la peluquería o lo hacéis todo en casa?

Un juego de niños

Cualquiera que tenga niños a su alrededor, sabe que el tiempo que una tiene para arreglarse va disminuyendo a medida que crecen las «necesidades cosméticas» de los pequeños.

Y es que, entre el maravilloso estado de egocentrismo que una se puede permitir al no tener niños a su alrededor, con escenas del tipo «cojo el bolso, las llaves y salgo de casa«, al, también maravilloso pero agotador, estado de ocuparse de todos menos de una misma, con escenas como «Repasemos, llevamos toallitas, pañales, biberones, una muda por si se mancha, un cubo por si vamos al parque, unas galletas por si tiene hambre… ah, y un chupete de repuesto!» hay un abismo.

Un abismo… y un montón de productos en las estanterías de tu baño que jamás imaginaste que existieran.

Cuando mi niña tuvo la suerte (para envidia de su madre) de tener unos rizos dorados preciosos, descubrí el problema que supone desenredarlos y que hasta ahora, gracias a mi «pelo-más-liso-que-una-tabla» desconocía por completo.

Ahora no puedo vivir, por ejemplo, sin el suavizante sin aclarado de L´Oreal Professionnel con olor a melcotón.
Con lo que llora la pobre cada vez que enjabono y aclaro el pelo, no voy a alargarle el sufrimiento con el suavizante, así que no puedo vivir sin él. Al salir del baño, se pone un poquito y ¡listo! Todo un pelo de princesa.

Otra de las cosas que una no imaginó nunca es lo complicado que podía resultar llevar a un niño (y no digamos a más de uno) a la peluquería.
Llantos, rabietas, miedos,… y fé, mucha fé en que ese señor no le va a dejar un corte de pelo horroroso y luego echarle la culpa al niño «porque se movía mucho…», mientras su madre no sabe si llorar o explicarle al padre de la criatura lo que ha pasado para que no se asuste al verlo….

Me muero de vergüenza al recordar mis primeras visitas a la peluquería con una barra de pan, galletas, agua, juguetes… qué horror… me exigía más planificación y sudores que presentarme a unas oposiciones…
Pero por suerte descubrí las peluquerías infantiles que, aunque pensaba eran un esnobismo, resulta que cuestan lo mismo que las demás y te facilitan la vida de una forma muy especial.

Peluquería infantil

Mobiliario infantil, películas infantiles, video juegos, cuentos, pinturas… todo para hacer que el niño adore ir a cortarse el pelo y además se porte de maravilla, o casi.
Ni que decir tiene que los profesionales que se ocupan de que tus niños queden guapísimos, no sólo tienen sobrada experiencia con niños sino una carga genética especial que les dota de una paciencia infinita y milagrosa.

Y por si esto fuera poco, mientras ellos juegan, pintan, leen o ven una película, tú te puedes peinar, cortar o lavar el pelo.
Así que mamá contenta y niños guapísimos… un gran invento ¿no creéis?

¿Conocéis algún truquito o producto maravilloso para niños?
¿Donde les cortáis el pelo?

Fotos: Peluquería Infantil Mis Pelitos

Cortar por lo sano

Uno de los grandes misterios de la humanidad, aún por descubrir, es saber por qué cuando, después de pensarlo durante muchas semanas, te decides a ir a la peluquería a cortarte esa melena pantojil que cada día te queda peor, ésta se transforma, por arte de magia, en una preciosa melena digna de ser la imagen de cualquier anuncio de champú.

Debe ser una venganza. No lo sé, pero lo cierto es que pasa.
Otra cosa que también pasa es que cuando una decide cortarse el pelo, le entra una impaciencia directamente proporcional al cambio que supone.
Es decir, si sólo te vas a cortar las puntas o hacerte unas capas para dar volumen, puedes aguantar las ganas un par de días.
Pero si se trata de un verdadero cambio de imagen, como pasar de pelo largo a corto, ponerte flequillo o cambiar de color radicalmente, la impaciencia que nos entra es exagerada.

Y en ello estoy yo. He decidido cortarme el pelo al estilo Katie Holmes.
Pasar de pelo largo a pelo semi-corto.

Pero desde que lo decidí, pues mi melena se ha propuesto vengarse y ponerse de cine, para que me entren las dudas.

A decir verdad creo que ayuda que estoy probando la linea solar completa de
L´Oreal Professionnel y claro, cada día está más bonita.

Se compone de varios productos:

* Champú Solar: Me encanta porque ayuda a quitar la sal y el cloro del pelo, sobre todo la sal. Protege del sol y da un extra de hidratación que hace mucha falta con este calor.

* Tratamiento Spray invisible protector: mi favorito.
Es como la crema solar para el pelo. Cuando estás en la playa o piscina, te lo echas y proteges el pelo.
Ni lo engrasa, ni lo ensucia, me encanta.

* Gel Fluído de brillo: Es de esos productos que hay que darse antes de salir de casa para tener un pelo envidiable.
Y creo que es el enemigo número uno de mi corte de pelo. Deja el pelo tan brillante y bonito que me quita las ganas de cortármelo….

* La mascarilla solar reparadora: Repara el cabello seco y expuesto al sol, aunque me gusta igual que otras mascarillas. Pero me encanta el olor a melocotón…

* Gel de brillo protector: Es como un gel fijador muy suave para llevar el peinado efecto mojado a la piscina o playa y a la vez, protegerlo.

* Espuma Solar Sublime: que equivale al acondicionador.

Así que sigo deshojando la margarita… ¿me corto el pelo o no?
Con estos productos tan maravillosos cada día lo tengo mejor… pero me apetece un cambio de imagen.

Creo que intentaré esperar una temporada… o no.

Contadme ¿os habéis hecho cambios drásticos de imagen? ¿utilizáis productos solares para el pelo?

Gracias por leer y comentar