Os voy a contar un secreto… ahora que no nos lee nadie: dentro de unos días empiezo una dieta que, esta vez sí, será la definitiva.
La verdad es que a veces tengo serias dudas sobre la eficacia de la mayoría de dietas. ¿No creéis que si realmente funcionaran, no nos pasaríamos la vida intentando bajar algún kilo?
Pero hay una dieta de la que todo el mundo habla bien y que realmente funciona en cualquiera de sus versiones. Ya os imagináis cual hablo ¿verdad? Se trata de la Dieta Proteinada.
Tengo que empezar diciendo que se trata de una dieta para las que tenemos que perder bastantes kilos y no para las que tienen que perder dos ó tres.
Ya es conocida por muchos centros de estética, y profesionales de la nutrición como la dieta definitiva, ya que se consigue bajar muchos kilos en poco tiempo y, lo que me parece más importante, reeducar a la persona para evitar el ya famoso efecto rebote.
Esta dieta sólo se puede realizar bajo estricto control médico y para ello, yo me he puesto en manos de uno de los centros médico estéticos más conocidos y que es el que me ofrece más confianza: Hedonai.
Dentro de unos días acudiré a mi primera consulta y os podré contar más detalles, pero hoy os quiero explicar un poquito sobre la dieta que, estoy segura, me va a cambiar la vida.
La dieta proteinada se basa en ingerir más cantidad de proteínas y reducir los hidratos de carbono y las grasas. De esta forma obligamos a nuestro organismo a coger las reservas de grasa que tenemos almacenadas para seguir funcionando y así, perdemos grasa y no masa muscular.
Pero por lo que es más conocida la dieta proteinada es por la rapidez en ver los primeros resultados, lo que supone una motivación tremenda para las que ya hemos fracasado con alguna que otra dieta y nos anima a seguir cumpliéndola a rajatabla.
Esta dieta se basa en tres fases, cuya duración sólo puede especificar un médico, después de estudiar cada caso concreto.
FASE ACTIVA
Es la fase que nos llevará hasta el peso deseado.
Es la más drástica pero también la más milagrosa de todas.
Consiste en hacer cinco tomas diarias con productos ricos en proteínas que se combinan en la comida y la cena con verduras de una lista definida (y de la que no te puedes salir).
Las que la han probado aseguran que en esta fase te encuentras activa y con menos sensación de hambre (sobre todo a partir del tercer día).
FASE SELECTIVA
Una vez perdido el peso deseado, se intenta reeducar los hábitos alimenticios.
Poco a poco se van introduciendo los hidratos de carbono en la dieta, siempre de menor a mayor índice glucémico.
En esta fase se pierde peso más lentamente ya que aumenta el número de calorías permitido.
FASE DE MANTENIMIENTO
En esta dieta, esta fase no te la puedes saltar si no quieres recuperar kilos y tirar tu esfuerzo a la basura.
Siguiendo esta fase nos prometen que mantendremos la báscula a raya para siempre.
El resto de pautas de la dieta son comunes a la mayoría de las dietas: hacer cinco comidas al día, beber dos litros de agua, cocinar al vapor o a la plancha, tomas 3 cucharadas de aceite al día, etc…
Las ventajas de esta dieta están claras: pérdida de peso rápida, menor sensación de hambre y de fatiga que con otras dietas y la convicción de no recuperar esos kilos al dejar la dieta.
Pero también hay inconvenientes: si te la saltas y tomas alimentos no permitidos, el cuerpo deja de quemar grasas y tardará tres o cuatro días en volver a hacerlo. Así que hay que cumplirla al pie de la letra.
Yo estoy emocionada y ansiosa por empezar… ya os iré contando los resultados.
¿Alguien la ha probado? ¿Cómo os fue?
Contadme qué dietas os han funcionado o cuales han sido un fracaso absoluto.