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¿Y si tuvieras otra oportunidad?

El Dr. Paolo Giacomoni es el culpable de que mi cara no haya visto un rayo de sol en todo el verano sin SPF 50… No, no me he vuelto loca, os lo explico:
El Dr. Giacomoni es el Director Ejecutivo de Investigación y Desarrollo de Clinique y, a principios de julio, tuve el placer de acudir a una charla en la que nos explicó los efectos del sol sobre la piel como poca gente ha sabido hacerlo.

Que el sol es dañino y causa envejecimiento prematuro lo sabemos todas.

Que hay que protegerse del sol para lucir una piel joven, elástica y firme, lo hemos leído cientos de veces.

Pero nunca me habían conseguido explicar de forma sencilla, divertida y entendible, las razones que unen la exposición al sol con el envejecimiento.

Intentaré explicárloslo de la forma más sencilla posible:
Cuando la piel está expuesta al sol, se daña el ADN de las células de la piel (el ADN es cómo el cerebro de estas células). Entonces las células necesitan reparase.
En esa reparación pueden suceder varias cosas: que envíen señales al exterior en forma de quemadura, inflamación,… o en los peores casos que se produzcan mutaciones que acaben en cáncer de piel, por ejemplo.

Las quemaduras solares, además de ese color rojo horroroso, rompen poco a poco el colágeno y la elastina, que son los que dan firmeza a la piel (por ejemplo, cuando sonreímos y luego nos ponemos serios, el colágeno y la elastina son los que ponen la piel otra vez en su sitio).

Así que los rayos UV al entrar en las células y dañar a su cerebro (su ADN), las marea y éstas, empiezan a hacer una especie de «llamadas telefónicas» al exterior pidiendo socorro.
Estas llamadas producen la inflamación, rompen el colágeno, liberan radicales libres y fracturan la red que sujeta la piel provocando lo que el Dr. Giacomoni llama «cicatrices solares» (palabra que por cierto no me he quitado de la cabeza en todo el verano…), es decir, las arrugas, falta de luz y textura desigual en la piel.

La buena noticia es que este daño solar se puede «reparar». Para ello, se puede acudir a la consulta de un dermatólogo y recurrir al láser. Ello implica tiempo, dinero, y en mi caso, un poco de miedo.

Pero a partir de octubre, tenemos otra forma de conseguir el 63% del efecto que se consigue con el láser, sin necesidad de pasar por él.
Os presento uno de los descubrimientos del año:
CLINIQUE REPAIRWEAR LASER FOCUS Wrinkles & UV Damage Corrector.

Aunque no os lo podía contar (y mira que me ha costado mantener el secreto….) llevo utilizándolo desde el mes de julio, así que os puedo garantizar que funciona.

Pero vamos por partes:

No me quiero extender mucho en los ingredientes y aburriros con tecnicismos…
Sólo os explico que durante muchos años, los laboratorios de I+D de Clinique han investigado y el resultado ha sido un cocktail de tres enzimas: Micrococcus Luteus (que trabaja por la noche para ayudar a la piel a reparase ella sola), Photolyasa Fermentada y OGG-1 que ayuda a reparar las cicatrices solares.
Además lleva proteínas del suero de la leche, Palmitato de retinol y Acetil hexapéptido-8, todo ello para reducir las arrugas de la piel.
La vitamina C (que tanto me gusta…), la E, y el extracto de zumo de granada hacen el resto.

Y por fín, lo más importante:
CLINIQUE REPAIRWEAR LASER FOCUS Wrinkles & UV Damage Corrector promete reparar los daños del sol. Es como tener una segunda oportunidad sin recurrir al láser, pero casi, casi, con el mismo resultado.

Está indicado para reducir las lineas de expresión y arrugas sobre todo del contorno de ojos, aunque a mi me ha funcionado de maravilla (además de en el contorno de ojos) en la única arruga que tengo en la frente, y que me ha disminuído de forma asombrosa.

Para ello, he aplicado 3 gotitas de suero repartidas por la cara (sobre todo contorno de ojos y frente) por la mañana y la noche. Y por una vez he sido disciplinada. El botecito ha viajado conmigo todo el verano y creedme, cunde muchísimo.
Desde Clinique tienen que estar muy seguros para permitirnos utilizarlo a bloggers y periodistas especializados, y dejadnos que demos nuestra opinión antes del lanzamiento. Y no me extraña.

Promete una reducción del 50% en la apariencia de las arrugas en cuatro semanas y tras 12 semanas (más o menos tres meses) una reducción equivalente al 63% del efecto del láser.
Yo llevo 8 semanas utilizándolo y os garantizo que noto los resultados.

Además promete proteger la piel de futuros daños… ¿se puede pedir más?

Saldrá a la venta el próximo mes de octubre y costará 59 euros.
No me parece nada caro para la efectividad que tiene.

Así que si teneís «patas de gallo» (ay, no me gusta nada esa expresión…) o lineas de expresión alrededor de los ojos, no lo dudéis y dadle a vuestra piel una segunda oportunidad.

¿Qué os parece? ¿Utilizáis a menudo productos Clinique?